DRM, esa fea palabra



DRM es el acrónimo inglés del concepto “Digital Rights Management” (Gestión de Derechos Digitales) y se refiere a cualquier tecnología de control sobre los derechos de autor de una obra digital, ya sea esta una película en DVD, un videojuego o una canción bajada mediante iTunes (atunes según Microsoft Word). Es un término que quizás el ciudadano medio desconozca, pero que seguro padece. Por eso, recomiendo al lector curioso que no pare de leer aquí y descubra algo más de un sistema de gestión de “derechos digitales” que trata al comprador como a un vulgar delincuente y no supone el más mínimo escollo para los verdaderos “ladrones”.

Pero exactamente ¿qué son los DRM y cómo nos afectan?
Los DRM son una serie de mecanismos diseñados por empresas ajenas al autor original, que limitan o restringen el uso de ciertos contenidos que el comprador ha adquirido legítimamente. Algunas de sus características más comunes incluyen la detección y registro de quién, cuando y cómo accede a la obra o la capacidad de denegar el acceso a dicha obra si se cumplen (o incumplen) según que condiciones. Esta serie de restricciones afectan directamente a algunos de nuestros derechos más fundamentales como puedan ser el de la intimidad, el de realizar copias particulares o la presunción de inocencia. Para más inri, todo el dinero empleado en desarrollar e implementar estos sistemas de protección draconianos no salen del bolsillo de las distribuidoras, salen de nuestros carteras. ¿O pensáis que en el precio de la película, el disco de música o el videojuego no están incluidos esos gastos?

Algunas de sus características más comunes incluyen la detección y registro de quién, cuando y cómo accede a la obra

Habréis notado que en el primer párrafo he usado el término “ladrones” entre comillas. Esto no quiere decir que los que bajan películas, música y/o videojuegos sin pagar un duro sean menos ladrones que los que roban un disco en el Corte Inglés. De hecho, la gente debe empezar a entender esto, bajar una película que está actualmente en el cine y verla, equivale a colarse sin pagar… sólo que si te cuelas al menos la ves con una calidad decente. El problema de verdad viene cuando tras comprar un disco, descubres que no puedes pasar las canciones a tu mp3 o cuando tras comprar un videojuego, descubres que te está instalando un rootkit (especie de virus) sin tu permiso. Es entonces cuando las comillas aparecen sobre el término “ladrones”. Y es sin duda entonces cuando te preguntas ¿soy un ladrón por querer disfrutar sin restricciones de algo por lo que he pagado? Pues parece que sí. Supongo entonces que un buen amigo mío (guiño, guiño) es un ladrón, porque se compró un videojuego y más tarde se lo bajo ilegalmente para no tener que lidiar con un sistema anti-copia nocivo para su ordenador. Vaya un robaperas este amigo mío (guiño, guiño).

...bajar una película que está actualmente en el cine y verla, equivale a colarse sin pagar… sólo que si te cuelas al menos la ves con una calidad decente.

Hace relativamente poco tiempo y con motivo de la salida de Spore (un videojuego con más ruido que nueces), la controversia sobre los dispositivos DRM llegó a su punto álgido. El detonante: Spore viene con un sistema de protección que, entre otras cosas, sólo te permite activar el juego en tres ocasiones, después de esas tres activaciones es necesario llamar por teléfono y convencer al telefonista de turno de que no eres un pirata. La consecuencia: miles y miles de votos y comentarios negativos en Amazon, uno de los mayores distribuidores de videojuegos del mundo. La pregunta lógica: ¿es lícito pagar cincuenta euros por, lo que viene a ser, un alquiler? La mayoría de usuarios de Amazon piensa que no, yo opino igual. Otros sucesos bastante sonados son los de Sony BMG y Ubisoft-Starforce. Ambos tuvieron que recular debido a sus repugnantes y dañinos sistemas anticopia.

Podría extenderme bastante más, pero el objetivo del artículo no es hacer una radiografía del problema de los DRM, sino darlos a conocer y denunciarlos. Por eso, ahora que, más o menos, sabes lo que es un DRM (aún así lo mejor que puedes hacer si te ha interesado el tema es consultar la wikipedia) y cómo afecta a tu consumo de obras digitales, es TU decisión pasar o no por el aro. Yo desde hace un tiempo lo tengo muy claro: no compro ningún videojuego con DRMs agresivos o similares a los del arriba mencionado Spore. Si alguien quiere mi dinero, que no me trate como un ladrón; porque si me tratan como tal, lo más posible es que termine robando.

Anexo gracioso: las leyes de Andresito

Es robar cuando:

-Me bajo una película que está en los cines o en el Corte Inglés
-Me bajo un juego que venden en el Game.
-Me bajo un libro que venden en Fnac.
-Me bajo un disco que venden en el Gong.
-Voy al Corte Inglés, Game, Fnac o Gong y me meto cualquier cosa debajo de la camiseta.

No es robar cuando:
-Me bajo una película birmana de 1976 que nunca ha llegado y nunca llegará a España.
-Me bajo un juego antiguo que no venden en ninguna tienda… salvo eBay, donde un noruego pretenden cobrarme 70€ por un CD rayado.
-Me bajo un libro que no está editado en España o descatalogado desde hace veinte años.
-Tras comprarme un CD de música descubro que no puedo escucharlo en el ordenador y me lo bajo.
-Me bajo cualquier cosa que no podría robar normalmente en una tienda.

6 comentarios:

Scope131 dijo...

De hecho (según tengo entendido), las descargas no son ilegales (en España) mientras no las compartas con ánimo de lucro...

Anónimo dijo...

Lo resumiré con la frase que utiliza el blog Rock, Paper, Shotgun como lema:

"DRM ate my hamster"

Anónimo dijo...

Técnicamente descargar una película sin poseerla no es delito, es un Ilícito civil, puesto que existe derecho a copia privada.

Me explico. Es legal y lícito descargar una copia de una película de la que posees el DVD original, puesto que tienes derecho a copia privada, y da lo mismo que la copies o la bajes de un servidor, es una copia de algo que ya tienes, por tanto es lícito. Del mismo modo que compartirla sigue siendo legal y lícito siempre y cuando seas poseedor de la copia original.

En caso de no poseer la copia se considera ilícito civil, es decir, que no tienes derecho a una copia privada de algo que no posees legalmente, tanto como no tienes derecho a colarte en la cola del banco, o a sentarte en el asiento reservado para minusválidos del autobús, pero no constituye delito y no hay multa. Puesto que no has robado un producto físico y no te has lucrado con ello, la ley protege el impuesto del que se lucra, si no vendes, no pierde dinero, si no robas una unidad física el fabricante y distribuidor no han perdido dinero real.
Y teniendo en cuenta que generalmente aquel que no compra películas no es porque las pueda tener gratis, si no porque no está dispuesto a pagar por ellas, tampoco existe perjuicio. Antes la gente no bajaba películas, pero tampoco compraba en masa como esperan las distribuidoras, alquilaban y grababan en VHS de la televisión, lo cual también tenía su canon compenasatorio. Respecto a la música, con los disco pasa lo mismo, si no te llevas la unidad física no constituye delito, ni estás robando, es un ilícito, tan grabe como lo era en sus tiempos grabar de la radio las canciones en una cinta de cassette para despues escucharlas a tu aire sin pagar el gasto de una original, lo cual también tenía su canon compensatorio xD.

Por ello no pueden prohibir en este país, de momento, las redes P2P, ni tampoco multar a aquellos que realicen descargas, pues la ley tipifica claramente que constituye delito únicamente, con hasta dos años de prisión, si existe ánimo de lucro, y te juzgarían, hasta donde yo sé, por lo civil.

En el caso del cine, pueden intentar argumentar que si te metes a grabar es para vender y no tienes la excusa de la copia privada-P2P, así que te pueden tirar, e intentar colar el muerte de la piratería, pero igualmente si demuestras no tener una red organizada de venta y distribución no quedaría más que en multa y servicios a la comunidad.

Así que no os engañen con tanta publicidad engañosa por televisión y cine.

Ahora bien, otra cosa es que sea moral o ético. En general yo voy mucho al cine, y descargo películas raras, igual que hace Andresito, así que no me siento culpable en absoluto. Mayoritariamente series en inglés o japonés.

Por cierto, sabed que en caso de descargar algo de lo cual en este país todavía no existen derechos comprados ES LEGAL, y no constituye ni siquiera un ilícito civil. Así que si descargáis una serie Japo o Yanki no emitida en nuestro país fansubeada, estáis en vuestro derecho, porque además suelen ser ripeadas de la televisión, de lo cual también tenemos derecho a copia privada en nuestro país, y siendo una emisión de otro, ya ni te cuento xD.

Respecto al software sin embargo, y debido a que mayoritariamente la ley está pensada para software empresarial, su uso ilícito si constituye un delito, en este país y en muchos, pese a todo sigues pudiéndote hacer una copia de seguridad de tu disco original para no quemarla en el lector o rallarla, respecto a compartirla sospecho que sí constituye delito, pero no sabría asegurarlo. En el software no apoyo la piratería ni el DRM de ningún modo.

Muy de acuerdo contigo con el artículo... Por cierto, todo esto significa que por fin has abandonado el Steam :)?

Anónimo dijo...

Joderrrr me he pasado con el tamaño xD, sorry xDD.

Andresito dijo...

Todo lo que dices es muy cierto, Corven. Mi punto de vista es que si una película o un videojuego me gusta: me lo compro. No porque no pueda bajármelo y disfrutar gratis, sino porque tanto moral como éticamente es lo correcto. Es mi forma de agradecimiento a la gente que me ha entretenido durante X horas. Y si un juego no me gusta o no me atrae, pues no lo compro. Punto.

PD: Sí, he abandonado Steam. xDDDD

Anónimo dijo...

Compartimos más o menos ese punto de vista. Amén por lo del Steam :).

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