Está claro que siendo Disgaea uno de mis juegos favoritos no puedo ser muy objetivo, pero es que este amoroso juego de PSP consigue lo que ningún otro ha hecho: que me quiera comprar la ponzoñosa portatil de Sony. Y es que mi amor por estos pinguinos con patas de palo y corazones explosivos podría llevarme a hacer locuras como la mencionada... aunque sinceramente espero que no. Confío en que Atlus nos demuestre todo su cariño videojueguil portando "Prinny: Ore ga Shujinkou de Iinsuka?" a la todavía-no-muerta-y-muy-viva PS2 (por confíar que no quede). Edito la entrada para que no dejar ese "quede)" ahí tan solito.
GIVE IT TO ME, DOOD!
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